Primeras referencias históricas

Situada en la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid, Villavieja del Lozoya se alza en un cerro al pie de los Montes Carpetanos, que dividen las dos Castillas. Tranquila y apacible, esta acogedora localidad destaca sobre todo por su privilegiado entorno natural, ideal para perderse y disfrutar de la naturaleza en su más puro estado. Sus orígenes se desconocen, pero se cree que se pueden remontar al periodo de repoblación de las tierras de la Villa de Buitrago tras la Reconquista. Desde la época prerromana la zona fue habitada por las tribus o pueblos llamados Carpetanos y Vetones de origen Celtíbero y cuya actividad principal ya por entonces era la ganadería de vacuno. Durante la época romana todo eran pastos para ganado vacuno principalmente pertenecientes a la tierra de Litabrum, nombre con el que por entonces se conocía a Buitrago. De la época Visigoda no quedan vestigios, pero sí de la musulmana. Parece ser que el nombre original de este término fue Zarzoso adquiriendo su actual denominación al obtener la categoría de villa, añadiendo el apelativo “vieja” para diferenciarla de otra villa cercana posterior. La fundación de Villavieja se remonta al periodo de repoblación de las Tierras de Buitrago a las que pertenecía, en torno a 1085. Durante esta época debió ser un poblamiento estacional relacionado con el aprovechamiento de los pastos, sin que se descarte la ocupación árabe previa a la reconquista y posterior repoblación.  De hecho, se ha encontrado una puerta árabe donde actualmente se ha construido una hospedería para conservar el arco de estilo califal del siglo XI (aunque los expertos no llegan a ponerse de acuerdo con la fecha, pues otros creen que es Mudéjar, s. XIV), y existen regueras de construcción árabe.  De la repoblación cristiana han quedado los nombres de pueblos como Gascones y Gallegos en Segovia entre otros.

El primer documento escrito en que se menciona su existencia data de 1485 y se trata de unas Ordenanzas en las que se tratan diversos aspectos sobre el uso de las regueras, que aún se siguen usando en nuestros días para riego de prados y huertos. El mantenimiento y reparto del agua aún se realiza por las comunidades de regantes del pueblo en base a dichas ordenanzas. También aparece en el inventario de las propiedades que tenían los judíos expulsados de España (1492). La Iglesia actual está construida sobre otra de origen medieval, de traza aparentemente románica.

Casa forestal en Villavieja

Por todo ello, se puede afirmar que la población estable debió producirse entre los años 1350 y 1485. De esta época no quedan muestras de arquitectura, pero las viviendas rurales debieron tener características muy similares a las actuales. El puente de Cal y Canto está datado en el siglo XV y es el único resto de construcción civil de la época. Perteneció a una vía comercial usada desde la antiguedad que enlazaba las localidades de Buitrago y Pedraza en Segovia a través del Puerto de La Linera y de cuyo trazado aún pueden verse restos y mojones que marcaban el recorrido. Aún se puede hacer esta ruta siguiendo las indicaciones en la ficha “Rutas a pie” de la sección correspondiente de este sitio web.

Arco mudéjar en Villavieja

El Arco Mudéjar, sin lugar a dudas la obra más interesante del municipio y una de las más originales de la sierra, consiste tan sólo en una portada mudéjar, posiblemente de los siglos XIII-XIV formada por un arco de herradura de ladrillo rojo inscrito en un alfiz, todo ello con llagado blanco. Históricamente este arco tiene una gran importancia pues su situación, en la parte más alta del cerro donde se asienta Villavieja y su datación hacia los siglos XIII-XIV, hace pensar en que se tratase de una gran casa de labor de tradición musulmana o judía y que fuera el origen del topónimo de la población. Esta casa sería la “villa” ya “vieja” y abandonada cuando comenzó a fundarse el pueblo y que junto a ella se levantó la antigua ermita, hoy Iglesia de la Inmaculada.

Montañas - Villavieja del Lozoya