LOS PARAJES DE VILLAVIEJA DEL LOZOYA: UN ESTUDIO DE SU TOPONIMIA
En nuestra vida cotidiana repetimos, sin apenas reflexionar, los nombres que designan lugares: montañas, valles, ríos, tierras de labor, propiedades…. Pero, de vez en cuando, nos pica la curiosidad ¿Qué significan esos nombres? En este punto la toponimia viene a ayudarnos. Se trata de una ciencia auxiliar muy útil a la historia, a la geografía, a la lingüística y a nuestro conocimiento del medio natural. Toponimia es una palabra derivada del griego ‘topos’, que significa lugar.
Los fitotopónimos (de ‘fitos’, planta) son una parte importante de la toponimia: son términos que sirven para designar un lugar o paraje con el nombre de un vegetal, sea árbol, arbusto u otro tipo de plantas, cultivadas o silvestres. En Villavieja del Lozoya existen bastantes fitotopónimos con nombre de árbol: robles, chaparros, fresnos, chopos, tejos… y aunque en este municipio no hay un microclima favorable a los frutales (excepción hecha de los nogales) también están representados estos árboles.
Hay, además, un gran número de fitotopónimos que se refieren a arbustos propios del matorral serrano o de las orillas de los ríos: espinos, gamones, almajanes, esparto, acebos, zarzas, sauces, saúcos, cardenillas, genciana… No es de extrañar que encontremos también parajes con el nombre de ‘Linera’, pero no referidos a las tierras de regadío, sino a terrenos ubicados en la cima de sus montañas, en la proximidad del Puerto de Linera, muy transitado antiguamente para pasar a la provincia de Segovia.
Nuestros antepasados han utilizado para designar los parajes palabras derivadas principalmente del latín. Pero también existen algunas que proceden de lenguas mucho más primitivas, como Carrascal, Gamonal o Chaparritas, de origen prerromano. Una forma poco frecuente de formar un abundantivo es el nombre de El Roblazgo, un monte compartido por Villavieja y el vecino pueblo de Gascones.
Otro rasgo a señalar en los topónimos localizados, es el uso frecuente del diminutivo o incluso del despectivo: Las Poblatillas, La Tejerilla, los Matosillos, El Peralejo… También cabe indicar la coexistencia de dos formas diferentes de referirse a un árbol tal como nos muestran vemos en Prado Noceo y Los Nogales. Solamente una palabra tiene origen árabe: Camino de los Almajanes.
Espero que con este pequeño trabajo de investigación, aprendamos a conocer un poco mejor la flora de Villavieja del Lozoya y el porqué delos nombres de sus parajes.
Bibliografía:
- Amillaramiento de Riqueza [de Villavieja], 1861. Ejemplar manuscrito del Archivo Municipal de Villavieja del Lozoya.
- Diccionario ilustrado latino-español, español-latino. Barcelona: Bibliograf, 1973.- 10ª ed.
- Diccionario de la Real Academia Española. Vigesimotercera edición. 2014.
- Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua castellana. – Madrid: Gredos, 1987.-3ª ed.
- García Sánchez, Jairo Javier: Atlas toponímico de España. Madrid: ARCO/LIBROS, 2007
- Mapa Topográfico Nacional. Escala 1:25.000. Hojas 458-I y 458-IV. Madrid: IGN, 1999. – 2ª ed.
- Sanz Elorza, Mario; González Bernardo, Francisco: Toponimia de origen vegetal en la provincia de Segovia a partir de los datos del Catastro de Rústica, en CT catastro, abril 2000, pág. 57-87.
- Cartografía de la Comunidad de Madrid. Escala 1:200.000.