“En el catastro de Ensenada se recogió con detalle la riqueza ganadera que había en Villavieja en el siglo XVIII: ovejas finas o merinas, cabras, vacas cerriles y bueyes de labor, yeguas, pollinos, cerdos y esquilmos [beneficios]”.
“Los informantes del Catastro señalan los límites de Villavieja en leguas y en horas de camino”.